Últimamente debido a la irrupción de ciertas inteligencias artificiales se ha reavivado el viejo debate acerca de la pervivencia del Arte. Nada nuevo. A lo largo de la historia el Arte ha sido sentenciado a morir en diferentes ocasiones, una de las más significativas se produjo con la llegada de la fotografía. Por aquel entonces estaba claro que la irrupción de la fotografía terminaría por completo con el dibujo y el arte realista. Es evidente que no ha sido así. En los últimos años, de hecho, se podría decir que está más vivo que nunca.
Sin embargo, con la aparición de las inteligencias artificiales creadoras de contenido artístico la pervivencia del Arte vuelve a estar en el punto de mira, o más que del Arte de la ilustración como profesión. Y esta vez, quizás, las voces más pesimistas no están tan desencaminadas en sus predicciones fatalistas.
Antes de avanzar en el presente artículo os aventuro mi reflexión sobre el tema: Tenemos que hablar de Inteligencia Artificial (A.I.), todas las personas, no sólo los artistas.
Son numerosos los motivos por los que este debate debería estar en la sociedad, pero esencialmente se reduce a uno: estamos a las puertas de lo que será la gran revolución de nuestra época. Son muchas las voces que anticipan una revolución equiparable a la Revolución Industrial, que recordemos modificó para siempre la estructura social y económica del mundo, con una diferencia fundamental respecto de la última, y es que los cambios serán mucho más veloces. Cambios estructurales que transformarán de forma significativa la sociedad tal y como la conocemos hoy en día.
Así que ¿De verdad crees que esto no va contigo?
Se dice que el año 2023 será el año del despegue definitivo de la inteligencia artificial aunque muchas de estas tecnologías están con nosotros desde hace tiempo.
¿Qué es la inteligencia artificial?
De una manera un tanto genérica podemos decir que son sistemas o combinación de algoritmos que imitan los procesos cognitivos de la inteligencia humana para realizar determinadas tareas, con la peculiaridad de que pueden mejorar según van desarrollando nuevos procesos a partir de la información recibida. Es decir, “aprenden” de forma autónoma (machine learning). Aunque este tipo de inteligencias artificiales lleva tiempo con nosotros, ha sido en los últimos años y especialmente en los últimos meses cuando se ha generado un salto cualitativo en su computación, al desarrollar algoritmos que funcionan o se basan en el sistema de redes neuronales de nuestro cerebro, interpretando y emulando su funcionamiento, lo que se conoce como deep learning.
Puedes leer más sobre esta cuestión pinchando aquí.
En la segunda mitad del año 2022 una serie de inteligencias artificiales se pusieron a disposición del público generando un enorme revuelo principalmente entre el sector artístico. Por primera vez una máquina simulaba procesos creativos, siendo capaz de generar imágenes artísticas, programación computacional, textos complejos etc. El proceso de creatividad humana reducido a una serie de algoritmos y máquinas generando obras de arte a velocidad de cuatro por segundo. La polémica está servida.
En agosto del 2022 se abre al publico Dall-e2 una inteligencia artificial perteneciente a la compañía Open A.I. que es capaz de generar imágenes fotorreales o artísticas a partir de un texto con indicaciones, lo que se conoce como Prompt.
Al poco aparecen otros modelos “similares” como Stable Difussion de la compañía Stability AI, Midjourney, etc. Todas ellas ofrecen la posibilidad de generar imágenes de más o menos calidad, todo depende del Prompt y del proceso de mejora y acierto en éste (prompt engineering, llamada a ser la profesión de moda en los próximos meses) “gratis” y a una velocidad apabullante que ningún artista puede superar.
En los primeros días de septiembre del 2022 una pintura generada en Midjourney gana un concurso estatal de pintura en Estados Unidos, en la categoría de Arte Digital.
Ya en noviembre del 2022 se abrió Chat GPT, desarrollado también por Open AI (Dall-e). Un sistema entrenado para generar conversaciones en línea que sorprende por lo acertado de algunas de sus respuestas y la complejidad de su funcionamiento. En apenas dos meses consiguió cien millones de usuarios. Una cifra que nunca logró ninguna red social en tan poco tiempo. Chat GPT ya está poniendo patas arriba determinados sectores, algunos como la informática o la educación.
Todas estas máquinas están poniendo contra las cuerdas a un montón de profesionales temerosos del futuro, que se sienten incapaces de competir contra sistemas que trabajan a un precio y a una velocidad inasumible para ningún humano.
Hace tan solo unas semanas, en enero del 2023, un colectivo de artistas en California inició una demanda contra Stability, Midjourney y DebianART. Los autores demandan a las compañías por haber sido utilizadas, sin su consentimiento, obras de su autoría para el entrenamiento de las inteligencias artificiales de estas compañías.
En Argentina el reconocido artista e ilustrador Santiago Caruso averigua que sus obras también han sido utilizadas sin su consentimiento para entrenar a la inteligencia artificial de Midjourney (empresa que además publicita el estilo de este autor como algo que cualquier persona puede conseguir a través del uso de su plataforma) e inicia una campaña de artivismo en redes sociales dentro de la comunidad hispanohablante. Puedes consultar toda la información que ha puesto a disposición del público desde su web aquí.
¿Por qué los derechos de propiedad intelectual de estos autores han sido vulnerados?
Las inteligencias artificiales han sido entrenadas con millones de datos extraídos de la Red, muchos de ellos vulnerando derechos de autoría o privacidad. ¿Pero es esto legal?
Este es un tema complejo que trataré de resumir de la forma más simple posible. Para entrenar a las inteligencias artificiales se empleó lo que se denomina “raspado de datos” o “web scraping” que básicamente consiste en extraer y recopilar datos de terceros con diversos fines: publicidad, investigación, inteligencia artificial, etc. Debido a la ubicuidad de esta práctica no está regulada más allá de la obligación legal de respetar la protección de datos personales y los derechos de propiedad intelectual.
Sin embargo cuando el raspado de datos se realiza con fines de investigación por organizaciones sin ánimo de lucro, al parecer se pueden hacer exenciones en el derecho de autor.
Aquí es donde aparece LAION, una organización sin ánimo de lucro fundada en Alemania cuyo objetivo es poner a la disposición del público datos y códigos relacionados con el aprendizaje automático de las inteligencias artificiales a gran escala.
Esta organización pone a disposición de las principales empresas de inteligencia artificial hasta seis billones de imágenes asociadas a texto que permiten entrenar a estos modelos.
Y aunque aparentemente no infringe ninguna ley muchas de estas imágenes que se generarán a partir de los datos ofrecidos por LAION tendrán usos comerciales, e igualmente, ¿hasta qué punto es ético el empleo de obras de artistas vivos sin el consentimiento del autor?
En algunos países como Inglaterra donde la industria creativa tiene un enorme peso, se llevó a debate en el Congreso si se podría hacer en el futuro una exención a la propiedad intelectual cuando se tratara de inteligencia artificial y la respuesta fue clara: No.
A la espera de lo que suceda en Estados Unidos, en países como el nuestro apenas encontramos información al respecto y las asociaciones profesionales de ilustradoras e ilustradores mantienen silencio acerca de las inteligencias artificiales y sus implicaciones en la profesión.
Sin embargo queda claro que la ilustración, al igual que otros sectores, ya se está viendo afectada por la irrupción de estas “máquinas».
¿Se debería pagar a los autores con los que se entrenó a los modelos de A.I? desde luego parece lo correcto.
¿Podremos evitar que en un futuro las agencias, editoriales y el común de la gente utilicen masivamente A.I para generar ilustraciones? Lo dudo.
¿Acabará con el Arte? No.
ALGUNAS CONCLUSIONES
No, el arte no va a morir. Si bien es cierto que estas inteligencias artificiales suponen un elemento disruptivo en las profesiones artísticas, el arte como tal, no desaparece porque el artista, el proceso, el contexto y la obra son insustituibles. Es más, puede que con el tiempo se produzca una revaloración aún mayor de las obras “tradicionales” por saturación de obras digitales generadas por inteligencia artificial.
Sin embargo la ilustración en cuanto a arte aplicada y el oficio de ilustrador si que, en mi opinión, se verá profundamente afectada. Es difícil que ningún ilustrador pueda competir con el “abaratamiento” extremo de la ilustración a causa de las inteligencias artificiales. Con la cantidad y tiempos. Estoy segura que muchos ilustradores podrán seguir viviendo de su trabajo, especialmente los que tienen cierto renombre, pero para los ilustradores de batalla, los anónimos, puede durante un tiempo, ser casi imposible.
Esto me lleva a varias reflexiones:
Todo apunta a que nos dirigimos a un abaratamiento y mayor mediocridad de la cultura. Lejos de hablar de democratización de la misma hablamos de un consumo barato, rápido y de escasa calidad. Algo que viene pasando desde hace tiempo en otros sectores: moda, alimentación, ocio, relaciones personales.
Estamos en una sociedad hiperconsumista que antepone cantidad, inmediatez y precio a la calidad. Nos hemos empobrecido a muchos niveles pero también a nivel estético, ético y cultural.
En un tiempo en que deberíamos ser cada vez más conscientes de nuestras acciones y de sus implicaciones, parece que preferimos vivir al margen de todo conocimiento. No importa lo que ocurra con nuestros datos en internet, no importa de dónde venga la carne que consumimos, ni la ropa que compramos, ni la obra de arte que nos descargamos. Vivimos sin ética acomodados a una suerte de vida chatarra, hiperconsumista y aborregada.
No creo que la inteligencia artificial pueda acabar con el arte, somos las personas las que terminaremos con él. Al fin y al cabo el responsable último de una acción es el humano, no la máquina.
En la actualidad más que nunca se hace necesario que nos volvamos más conscientes, más críticos, más reflexivos, más selectivos.
En los próximos tiempos veremos como la presencia de la inteligencia artificial se hará cada vez mayor. Se estima que en las próximas décadas casi el cuarenta por ciento de los puestos de trabajo tal y como los conocemos desaparecerán, no sólo el mío de ilustradora, también el tuyo.
Todos estos cambios traerán unas implicaciones sociales y económicas que nos resulta casi imposible imaginar. Y aunque se presentarán también grandes oportunidades para la humanidad, los retos y las problemáticas van a ser increíbles.
Si no nos sentamos ahora a tener una reflexión profunda sobre lo que está sucediendo y lo qué puede suceder, nos veremos arrastrados por unos cambios que por otra parte parecen imparables.
Así que voy a terminar este artículo tal y como lo empecé, diciendo que tenemos que hablar de inteligencia artificial.
Busca, lee, investiga, aprende, no te conformes, lee los términos de uso de las aplicaciones, las etiquetas de los productos, etc.
No seas rebaño.
(Nota: Todo el contenido de esta publicación ha sido elaborado sin la ayuda de ChatGPT 😉 )
Gracias por este análisis reflexivo, profundo y convocante.