Cuando nos sentamos a ilustrar no siempre tenemos claros algunos conceptos, a veces no entendemos realmente lo que significa ilustrar y las diferencias entre ilustración, arte o dibujo. Parece elemental sí, sin embargo existe cierta confusión y es necesario comprender bien qué significa aquello que estamos haciendo, para entre otras cosas, ser mejores ilustradores.
¿Qué es ilustrar? Diferencia entre ilustración y obra artística. Breve recorrido por la historia de la ilustración.
La principal diferencia entre la ilustración y una obra de arte es que la ilustración siempre está al servicio de un mensaje, de un texto, de un producto. Mientras que en la obra de arte la finalidad es la creación artística en sí misma. Un cuadro no siempre responde a un fin concreto. La mayor parte de las veces cuando nos sentamos y creamos una obra NO estamos haciendo ilustración, sino expresión artística. Un amanecer, un retrato, un paisaje pueden ser obras artísticas pero no ilustraciones.
La ilustración nace con el objeto de complementar un texto, de iluminar una obra escrita. Es por ello que las primeras ilustraciones de la historia las encontramos en los códices que se escribían e iluminaban manualmente, por monjes generalmente, en tiempos remotos sobre el siglo VIII.
Después de la creación de la imprenta y con la mejora de las técnicas de impresión, especialmente a finales de sXIX, la ilustración tiene un auge tal en cuanto a calidad y cantidad que es conocida como la «Edad de oro de la ilustración». Debido a diferentes influencias artísticas como el Art Noveau y especialmente a la mejora de lás técnicas de impresión, grandes artistas como Mucha, Audrey Breadley, Arthur Rackham y un largo etc llevaron el arte de ilustrar (libros, cartelería, publicidad) a unas cotas que difícilmente han sido superadas.
En la primera mitad del sXX cobra mucha importancia el libro infantil y con el auge de la publicidad en los años 60 o 70 se produce un boom de la ilustración que no ha parado hasta ahora. Siendo además nuestra sociedad cada vez más visual y tecnológica, la ilustración cada vez tiene más importancia y se ha expandido a ámbitos como la industria del videojuego, cine o publicidad. La ilustración siempre ha ido asociado a los medios técnicos de impresión y reproducción, pero también de creación. A día de hoy la ilustración digital está ganando el terreno a la ilustración tradicional.
Por tanto, cuando nos sentamos a pintar por pintar no estamos haciendo ilustración. Para que exista ilustración tiene que haber un motivo, un texto, un contenido, un fin, un producto. Es por ello que además de manejar correctamente las técnicas de creación artística el ilustrador debe ser capaz de transmitir ese mensaje, narrativamente, metafóricamente, pero siempre debe tener presente la finalidad en su creación. Cosa que en una obra de arte no es necesaria y mucho menos en un dibujo que podemos hacer simplemente por practicar o por placer.